Hace unos meses fallecía Alejandro Gómez (Vigo, 1967-2021), dejando una huella imborrable en la historia del atletismo español. En su casa aún están tratando de sobreponerse al duro golpe de su ausencia. Ahora su mujer, Paula Hernández, que lo acompañó en todo momento, en sus grandes éxitos deportivos y especialmente en los momentos difíciles, prosigue su legado.
En Piensos Canun y en De Heus recordamos con cariño a este deportista incansable, que fue embajador de de Canun allá donde competía, dejando siempre el listón muy alto con sus magníficos perros. Hablamos con Paula sobre la mejor manera de recordar a Alejandro, que es por su amor a los perros a quienes trataba como si fueran unos miembros más de la familia.
Lo primero de todo, ¿cómo estáis en casa tras la pérdida de Alejandro?
Es difícil describir lo que una siente, porque creo que no me llegarían las palabras para hacerlo, pero día a día vamos sobreponiéndonos con la ayuda inestimable de nuestra Psicóloga Delfina Vicente que nos ha acompañado y guiado en este duro proceso de su pérdida y continúa estando ahí. Es lo que nos tocó vivir y ante ello solo podemos afrontarlo y seguir adelante, por muy duro que sea vivir sin él.
¿Te esperabas tantas muestras de apoyo y cariño?
La verdad fue muy bonito recibir tanto cariño desde que supimos que el tumor cerebral era inoperable, sobre todo porque realmente él pudo ver y vivir todas esas demostraciones de afecto y estaba muy agradecido.
¿De qué forma continua el legado de Alejandro Gómez?
Pues tal y como él quería, cogiendo el mando de todo para continuar su labor deportiva con perros de tiro. A día de hoy he tomado el relevo con el equipo de Mushing que lleva su nombre, el Club Alejandro Gómez y seguiré compitiendo en todas las ocasiones posibles, porque es lo que a él le gustaría.
¿Qué homenajes habéis llevado a cabo estos meses sin él?
El primer homenaje tuvo lugar en el Campeonato de España de Mushing en Tierra en Olvega (Soria). Aunque yo no pude estar presente, tuvieron un detalle precioso de poner un vídeo recordándolo y me hicieron llegar su cariño. Además, varios de los compañeros que participaban en la competición hicieron su pequeño gran homenaje compitiendo con una camiseta de Alejandro.
En el País Vasco, que es como su segunda casa, se celebró en honor de Alejandro la Media Maratón Azpeitia Azkoitia, aunque este año tuvo lugar de forma virtual debido a la pandemia. Para el próximo año si todo va bien se volverá hacer y será en homenaje a Alejandro de nuevo.
La Federación Gallega de Atletismo también le puso su nombre de manera permanente al Campeonato Gallego de 10.000 metros en pista, que a partir de este año se llamará así. También me avisaron para otros homenajes pero hasta octubre o noviembre no se celebrarán las pruebas.
¿Cómo describirías su pasión por los animales?
Tal y como la palabra lo dice, pasión y entrega total. Para él los perros eran como un miembro más de su familia. Primero eran ellos y luego el resto, y siempre tratando todos con el máximo respeto y compromiso.
¿Cómo cuidaba Alejandro a los perros?
Como si fueran un atleta más en su equipo. Cada perro tenía su planificación, con un entrenamiento específico que él mismo estructuraba. Y por supuesto, una buena alimentación que aporte todos los nutrientes que los perros de competición necesitan. En nuestro caso siempre confiamos en el pienso Brio Plus de Canun. También los cuidaba con vitaminas que gracias a Stangest nos facilita Anima Strath y luego el material para los perros, los accesorios para las competiciones. Para Alejandro era fundamental, porque para él esto era como si tuviera que elegir unas zapatillas con las que competir. En este caso tenemos que agradecer a Neewa Italia, que es quien lleva unos años con nosotros y son quienes me siguen facilitando todo el material para ellos.
¿Cuáles son los mejores recuerdos de su carrera deportiva?
Son tantos los recuerdos… Más bien creo que durante toda su carrera deportiva, en todas las competiciones tenía algo que decir. Es difícil elegir una sola o dos… tenía mil anécdotas y siempre le gustaba compartirlas con nosotros.
¿Cómo crees que Alejandro quería que lo recordásemos?
Pues como él mismo dijo, como la buena persona que era. Sencillo, humilde y con un enorme corazón.