Si quieres realizar un viaje con tu mascota o ya estás en el lugar de destino y tu mascota sufre un accidente o se pone enferma, te damos los siguientes tips para que la experiencia sea lo menos traumática tanto para ti como para él.
Lo primero de todo es, lógicamente, distinguir entre accidente o enfermedad, no es lo mismo que el perro se tuerza una pata o se haga una herida en el hocico, a que le entre una diarrea galopante o que tosa sin parar y no sepas que hacer.
Antes de realizar cualquier viaje que vaya a durar varios días y que no me encuentre cerca del domicilio, debo realizar una serie de acciones para evitar grandes problemas. Ya hablamos en su momento de qué debo llevar en un viaje o que debo meter en mi botiquín cuando me acompañan mis mascotas.
Siempre recomendamos que se hable con el veterinario de confianza para comentarle a donde vamos y si hay que tener algo en cuenta antes de ir, como si hace falta alguna vacuna o medicamento en particular para la zona que visitaremos. También es recomendable que se haga una revisión antes de empezar ruta.
Debemos buscar un listado de veterinarios cercanos al lugar a donde vamos, guardar sus números y ubicaciones y, si es posible, leer comentarios acerca de ellos para conocer mejor su reputación y resolución en casos que podáis ver. Y si vuestro veterinario os recomienda alguno, mejor que nada.
¿Qué hacer en caso de enfermedad?
Antes de nada, ¿cómo se que mi mascota está enferma? Lógicamente, mejor que nosotros, nadie sabe del comportamiento de nuestras mascotas y si actúan de manera extraña, debemos observarlo para ver qué problema puede tener.
El síntoma casi indudable de que nuestro peque está malo es que ha perdido el apetito. Aunque no es algo definitivo, si nos puede hacer pensar que no se encuentra bien.
Puede haber diferentes motivos de este comportamiento, un cambio de alimentación, el estrés del cambio de ubicación, etc., pero si nuestro animal se pasa más de dos días sin comer, sobre todo si probamos a darle sus chuches favoritas, debemos consultar con el veterinario más cercano para que le haga un chequeo y detecte posibles causas.
Otro síntoma habitual al llevarlos de vacaciones es la diarrea, ya sea por el cambio de agua, el clima o algún parásito de la zona que se la pueda producir. Yo siempre llevo en su botiquín unas pastillitas que van muy bien, Flagyl 250mg (se vende en farmacias). Seguramente vuestro veterinario ya os las habrá recetado en alguna ocasión, y debéis preguntarle qué cantidad debe darse según su peso. Por ejemplo, para un perro pequeño de unos 6kg, se le puede dar un cuarto cada 12 horas y el problema se va. Puede administrarse más de un día si no se pasa, pero ya podríamos sospechar que es algo más grave. En caso de persistir más de 48 horas, visitar al veterinario.
Pueden darse muchas otras indicaciones de que el perro no se encuentra bien: la trufa seca o muy caliente, babas excesivas (en algunas razas es habitual), cojeras repentinas, sangre en la orina, mal olor en los oídos, bultos que no estaban antes, secreción lacrimal excesiva, respiración extraña, etc. No es cuestión de obsesionarse y debemos dejarlos disfrutar también de sus vacaciones, pero si estar atentos.

¿Qué hacer en caso de accidente vacacional?
Si nuestro perro es muy inquieto, cuando lo llevamos de vacaciones le encantará corretear por todas partes para descubrir su nuevo sitio. Puede ocurrir que se haga daño al tirarse desde una altura mayor de la que puede asumir, se puede dar un golpe con una piedra, árbol o vete tu a saber, o se puede hacer un corte con un cristal, o clavarse una astilla.
En los casos donde no se haga herida, debemos observar si al tocarle en la zona del golpe, se queja o evita que nos acerquemos y si está caliente. La forma de aliviarle es con una manta eléctrica o una bolsa de agua caliente. Aunque si el golpe ha sido en la cabeza, remojar con agua fría a ver como reacciona. Si vemos que el animal vuelve a corren en seguida, no habrá sido más que un susto, pero debemos observarlo y si empieza a hacer cosas raras, salir pitando al veterinario para que le haga una exploración completa.
Si el golpe le ha abierto una brecha y está sangrando, depende de la zona, se deberá actuar de diferente forma, pero lo primero será presionarle en la herida con un paño o toalla (nunca algodón) durante al menos 3 minutos, a ver si deja de sangrar. En caso contrario, seguir presionando y salir pitando al veterinario, si, otra vez. Si la zona de sangrado lo permite, hacer un torniquete antes de llevarle al veterinario, para que no pierda mucha sangre.

Si deja de sangrar, limpiar la herida con un paño o gasa y con agua tibia. Una vez bien limpio, usar una crema antiséptica (p.e. betadine), aplicándola con una gasa, no directamente del tubo. Lo mejor es que la herida quede al aire, sobre todo si lo metemos en casa, pero cuando vaya a salir de nuevo, procurar taparle la herida para que no se la ensucie o infecte.
Debemos evitar que se lama la herida o tardará mucho más en curar, aunque eso implique usar el collarín. Si, da pena, pero es por su bien.
Si el problema ha sido que se ha clavado una astilla o cristal en una almohadilla, debemos proceder de la misma forma, pero antes habrá que intentar sacarle lo que se ha clavado con unas pinzas y proceder al limpiado y desinfección de la herida de la misma forma que os comenté antes.
Os puedo contar una anécdota con uno de mis perros pequeños: se clavó una espiga entre dos almohadillas (eso lo descubrimos después de ver su almohadilla como una morcilla de burgos), tuvimos que andar echándole una crema, no recuerdo bien cual, y la espiga acabó saliendo poco a poco por el lado contrario al que se la había clavado. Gracias al farmacéutico del pueblo que sabía mas de animales que de personas.

Podríamos hablar de muchas otras posibilidades de que los animales se hagan daño, pero resumido, son golpes o heridas y estos primeros auxilios os pueden resultar valiosos. Deciros que no somos veterinarios y que siempre será mejor que un profesional os oriente cuando le pase algo a vuestro peque peludo, pero al menos, tenéis algunas ideas basadas en nuestra experiencia, que os podrán ayudar a realizar esa primera cura o acción, cuando vuestra mascota tenga un percance, sobre todo, si os pilla de vacaciones.
Feliz verano y que disfrutéis de vuestras vacaciones sin que ninguno de vuestros animalejos se lesione.

Miguel Guerra