El Centro canino Alvacan inició su actividad en el año 1996 como una empresa familiar dedicada a la residencia de animales, principalmente perros, aunque también ha llegado a alojar serpientes, ratones, conejos y loros en una finca que tiene una superficie de 40.000 m2 y un campo de entrenamiento que ocupa 10.000 m2
Ubicado en las proximidades Ciudad Real, Alvacan ofrece un servicio integral de atención canina, incluyendo residencia y adiestramiento, y recientemente se ha incorporado a nuestro listado de distribuidores Canun con servicio de entrega de piensos a domicilio. Hablamos con su responsable y entrenador profesional, Roberto Fernández, sobre las actividades que ha puesto en marcha y la filosofía del centro.
¿Cómo empezaste en Alvacan?
Ser adiestrador fue algo natural para mí, me crié teniendo un perro y ahora tengo cuatro. Durante el servicio militar también trabajaba con perros y estaba deseando volver para ver a mi perro. Siempre he tenido a mi fiel compañero. Cogí el relevo de mi gran amigo Manuel Álvarez, que había fundado Alvacan en el año 96. Por aquel entonces el centro era la elite y había incorporado las últimas innovaciones, pero en los últimos años hemos hecho una gran adaptación para volver a poner a la vanguardia el centro.
¿Qué ha cambiado desde los inicios?
Hemos incorporado cursos, patios cubiertos y todo lo necesario para cubrir las necesidades de diferentes animales. Tenemos parques con grava lavada para que los perros no tengan problemas con las almohadillas en verano, lo último en aislantes para el frío y el calor, bebederos automáticos y hasta hilo musical. Además seguimos ampliando nuestros servicios, ofreciendo cursos de formación y convirtiéndonos en distribuidores oficiales de piensos Canun, una de las mejores decisiones que hemos hecho ya que nos ofrece una calidad inmejorable y eso me da una tranquilidad total. Es una calidad que puedo comprobar a través de la satisfacción de los clientes que vienen diciendo “veo al perro mucho mejor, con el pelo más brillante, ha recuperado el peso, lo veo con más vitalidad…”. Estas reacciones entre mis clientes es todo lo que necesito para confirmar la calidad de Canun. Aquí ya no entra otra marca porque ninguna otra me garantiza esos resultados ni me apoya tanto.
¿Qué tipo de cursos ofrecéis?
Cursos para perros de búsquedas, para Perros Potencialmente Peligrosos, para ser adiestrador y seminarios de reciclaje para que la gente pueda avanzar en el adiestramiento de su perro. En general a personas que ya han adiestrado a su perro, y quieren seguir avanzando. Tenemos la filosofía de que a la vez que enseñamos al perro también formamos al dueño, y eso genera que muchas personas vuelvan para seguir avanzando en el aprendizaje con su perro.
¿A la hora de cuidar a los animales en la residencia canina, cómo es el día a día?
Abro a las 8.30 y estoy hasta las 20.30, en total son 12 horas de dedicación exclusiva para los clientes y los animales. Mientras los perros están en recreo, cuatro veces al día por diferentes grupos, se limpian los espacios y se rastrilla la arena. Durante los recreos jugamos con ellos, cada uno según una rutina marcada en función de sus necesidades: algunos juegan con pelota, otros con fresbee… Como mínimo están fuera cuatro horas al día.
¿Cuál es el perfil de perros que os visitan en la residencia Alvacan?
Tenemos perros de compañía que nos los traen porque los clientes trabajan muchas horas fuera de casa, que son los perros en régimen de residencia de día; otros son perros de trabajo y otros vienen porque en casa una entra en celo y quieren aislarlo. Incluso tenemos perros que por circunstancias viven en pisos pequeños y sus dueños los traen aquí simplemente para que disfruten de correr libres en espacios amplios. Por último, también tenemos perros de protectoras, de forma que los animales puedan estar felices aquí mientras les buscamos un nuevo hogar.
¿Cómo funciona esa faceta solidaria con el descuento del 50% a las protectoras?
Todo lo que hacemos es por amor a los animales. Creamos un precio especial de la mitad de la tarifa para poder ayudar a las protectoras, que en realidad es ayudar a los perros. Después del shock al que se han enfrentado, aquí se rehabilitan para que tengan un futuro en una nueva familia. Cuando un perro acaba en una protectora es porque no ha tenido una buena vida, desgraciadamente. Aquí conseguimos los cambios rápidamente a través de una correcta socialización.
¿Qué se necesita para ser un buen adiestrador?
Mucho amor por los animales, y después mucha dedicación. No es una cosa en la que te conviertas de la noche a la mañana. Necesitas admirarlos y dedicarles mucho tiempo.
¿Qué admiras de los perros?
La lealtad y la nobleza. Tu perro siempre va a estar ahí. La vida da vueltas, las relaciones se rompen, pero tu perro siempre está ahí moviendo la cola.
¿Cómo podemos devolverle el amor que ellos siempre están dispuestos a dar?
Además de lo básico, agua, alimentación de calidad e higiene, el perro necesita cariño y tiempos de atención. El juego y la compenetración que se va creando hacen a un perro feliz. Tenemos que conseguir que sea uno más de la familia, pero que a la vez no nos olvidemos de que es un perro.
¿Habéis notado cambios en las necesidades tras la pandemia?
Sí que es verdad que se han reducido las estancias por viajes. La demanda de cursos, en cambio se ha mantenido y lo que ha crecido mucho es la demanda para utilizar nuestros espacios para que los perros corran libremente. En esto creo que han influido las restricciones así que nuestro Club del perro vive su mejor momento.
¿Cómo surgió este Club del perro?
Fue un tema que se me ocurrió por mi propia experiencia, siempre me han gustado los perros grandes y me he visto en situaciones incómodas cuando paseaba en el campo, porque hay personas que te increpan por llevar al perro suelto. Es algo comprensible, el miedo es libre y aunque a los amantes de los animales nos cueste creerlo, hay personas a las que no le gustan los perros. Así que me parecía importante poder ofrecer esos espacios donde puedan jugar sin correa, donde además siempre hay profesionales de Alvacan que estamos supervisando las actividades e interacciones para evitar cualquier incidencia.
¿Cómo gestionas los posibles conflictos que pueden surgir en la residencia?
Siempre prefiero prevenir antes que tener que corregir. Cuando llega un perro siempre se lleva a cabo una introducción con correa, en la que podemos manejar la situación y determinar la mejor forma para introducirlo en la manada, evaluando con qué perros es compatible.
¿Qué te llevó a dar el paso de convertirte en distribuidor Canun?
Yo ya llevaba mucho tiempo consumiendo piensos Canun, me puse en contacto con Juan Carlos, el comercial de mi zona, que ahora ya se ha convertido en un amigo, y nos entendimos de maravilla. Fue una apuesta mutua, yo aposté por Canun y Canun apostó por mí y fue así que Alvacan se convirtió en distribuidor oficial.
Contar con el aval de la marca Canun es poder decirle a mis clientes: “llévate Canun que no te vas a arrepentir”. A veces me responden que eso ya se lo han dicho muchas veces y yo les digo: “Esta es la definitiva, si no te devuelvo el dinero”. Eso solo lo he podido decir con Canun, me da total tranquilidad y confianza.
Y por poner solo un ejemplo de lo que un buen pienso puede hacer por un perro, puedo contar un caso muy claro que además es muy cercano. Un gran amigo está luchando por su perro que tiene un cáncer y Canun ha sido un elemento clave en su mejoría física. Confió en la marca y con un programa de alimentación basado en el pienso Invictus de la gama Premium de Canun junto con el tratamiento de quimioterapia el perro ha mejorado muchísimo.